En el Estadio Nacional se juega un partido muy difícil. Por un lado, están el Instituto Peruano del Deporte (IPD) y las constructoras Cosapi y Dhmont. Por el otro, está el tiempo. Aquí no hay un balón en disputa, pero la pelota está en cancha de esas empresas, que desde enero y marzo, respectivamente, asumieron el reto de remodelar todo el primer escenario deportivo del país.
Desde el pitazo inicial, las dificultades surgieron en pleno partido, pero no aparecieron en los planos originales del estadio. Palmiro Hermoza Palma, gerente del Proyecto de Remodelación y Equipamiento del Estadio Nacional, dice que el primer escollo fue el canal de Huatica, que empieza en El Agustino y termina en la playa Marbella, y que en la época virreinal irrigó fincas y huertas.
Este canal recorría el lado oriente del recinto, en la parte exterior, por donde se construyen las columnas que soportarán los palcos. Voceros de Dhmont, responsable de la construcción en las tribunas oriente y sur, dicen que debieron mover el canal cuatro metros hacia la pista.
MÁS IMPREVISTOSHermoza también señala que en varias partes del estadio se encontraron muros que no figuraban en los planos originales, por lo que fueron demolidos. “Esto obligó a reformular el proyecto en varios sectores”, asevera.
Se suman a estos imprevistos el hallazgo de una tubería de agua, que abastecía al estadio, en la zona donde se construyen los estacionamientos, y desniveles donde se construyen las zapatas (bases) de las columnas, además de construcciones antiguas nunca antes utilizadas.
“El Estadio Nacional es una construcción antigua [fue inaugurado el 27 de octubre de 1952] y una remodelación es complicada porque los planos originales son inexactos”, dice Hermoza.
Sin embargo, Dhmont y Cosapi (esta es responsable de la construcción de las tribunas norte y occidente, además de los estacionamientos) han reiterado su compromiso de cumplir los plazos para la entrega de las obras, que se realizaría entre diciembre de este año y enero del 2011. Para ello, ambos contratistas han aumentado el número de obreros y horas de trabajo.
El jefe del IPD, Arturo Woodman, expresó su preocupación. “Esperemos que ellos [las empresas constructoras] comprendan la responsabilidad que tienen con el país, que espera el nuevo estadio, y pongan más turnos de trabajo para terminar la obra”, señala.
SIN MEJORAS EN EL BARRIOMientras el Estadio Nacional camina a convertirse en un imponente escenario, sus alrededores, en Santa Beatriz (Cercado de Lima), lucen descuidados. El Comercio observó huecos en la pista de la calle José Díaz, mientras que sus veredas presentan grietas, las fachadas de sus inmuebles lucen despintadas y sus áreas verdes se hallan en mal estado. En la zona del mercado de flores, la pileta central no funciona y los toldos están sucios.
Luis Sanabria, jefe de Proyectos Especiales de la Municipalidad de Lima, dijo que desde el 2007 no se ha hecho ningún trabajo de embellecimiento en la zona y que no hay nada programado para los siguientes meses. “En algún momento haremos algo al respecto para que vaya acorde con la belleza del estadio”, dijo.
Las opiniones de los vecinos están divididas. Unos aprueban la remodelación, pese a los ruidos molestos y el polvo que generan las obras. Otros hubieran preferido que el IPD construya un estadio nuevo con mayor capacidad en una zona no tan céntrica de nuestra capital.
EJEMPLO DE MODERNIDADAldo Panfichi, sociólogo de la Pontificia Universidad Católica del Perú, sostiene que el Estadio Nacional en la actualidad es un elemento representativo de la modernización de Lima, como lo fue en los años 50 cuando se inauguró.
“Cuando se inauguró el estadio, Lima estaba en pleno progreso urbanístico y esta obra de ladrillo, cemento y fierro era una expresión de la solidez de una ciudad que se estaba expandiendo”, señala.
Panfichi también sostiene que la modernización del primer escenario deportivo del país obligará a que se realicen grandes inversiones en las calles que lo rodean. Además, destaca que su ubicación, a diferencia de otros estadios, tiene varias zonas de acceso, como la Vía Expresa y las avenidas Arequipa y Petit Thouars.
Finalmente, augura que los limeños preferirán más este estadio para los conciertos que otros escenarios.
SEPA MÁS
– La capacidad del estadio no variará mucho con relación a la actual, que es de unos 45 mil espectadores.
- Además de fútbol, el estadio podrá ser utilizado para grandes conciertos como los realizados por los grupos Iron Maiden, Oasis, R.E.M. y Soda Stereo.
- Sobre los Laureles Deportivos, se evalúa si estos estarán en la fachada del estadio, en el piso (a manera de un bulevar de la fama) o en el interior.
- El estadio tendrá 2 pantallas gigantes: entre oriente y sur, y entre occidente y norte. Cada una medirá 10 metros de ancho y 6 metros de alto.
Fuente: http://elcomercio.pe
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